La violencia contra la infancia también se manifiesta en el ámbito deportivo. En España, diversos estudios y casos judiciales han sacado a la luz esta problemática:
- Estudio de Prevalencia en España. Según el estudio CASES (Child Abuse in Sport: European Statistics) el 81% de los hombres y el 75% de las mujeres declararon haber sufrido al menos una experiencia de violencia interpersonal en el deporte durante su niñez o adolescencia. Específicamente, el 72% de los hombres y el 66% de las mujeres experimentaron violencia psicológica; el 50% de los hombres y el 36% de las mujeres, violencia física; y el 26% de los hombres y el 14% de las mujeres, violencia sexual con contacto.
- Casos Judiciales. En los últimos años, se han registrado condenas significativas contra entrenadores por abusos sexuales a menores. Por ejemplo, Miguel Ángel Millán, entrenador de atletismo, fue condenado en 2019 por abusar de dos atletas menores y de 11 más que testificaron en el juicio. Un análisis realizado por el diario EL PAÍS identificó más de 1.000 víctimas de abusos y pederastia en el deporte español durante dos décadas, evidenciando la magnitud de un fenómeno que a menudo permanece oculto.
Estos datos subrayan la necesidad de implementar medidas de prevención y protección en el ámbito deportivo para garantizar entornos seguros para niños, niñas y adolescentes.
Casos recientes de abusos en el deporte español:
El juez procesa al entrenador de voleibol de Aluche acusado de abusar de sus alumnas
La violencia contra la infancia también se manifiesta en el ámbito deportivo en Europa. Según el Consejo de Europa, se estima que uno de cada cinco niños y niñas ha sufrido algún tipo de violencia sexual, incluyendo tocamientos, violación, acoso sexual, exhibicionismo y explotación en la prostitución y la pornografía.
Para abordar esta problemática, el Consejo de Europa lanzó la campaña «Start to Talk», que busca movilizar a las autoridades públicas y al movimiento deportivo para adoptar medidas efectivas en la prevención y respuesta ante el abuso sexual infantil en el deporte. Esta iniciativa promueve una cultura de respeto y tolerancia cero hacia la violencia sexual, ofreciendo recursos y recomendaciones para entrenadores, atletas y padres.
Start to Talk identifica varios factores de riesgo que pueden propiciar situaciones de abuso sexual en el deporte:
- Alta tolerancia a la violencia y a las lesiones. En algunos entornos deportivos, la normalización de la violencia física y las lesiones puede desensibilizar a los participantes, creando un ambiente donde otras formas de abuso pueden pasar desapercibidas.
- Liderazgo autoritario y relaciones de poder desequilibradas entre entrenadores y deportistas. Una estructura jerárquica rígida puede dificultar que los atletas cuestionen comportamientos inapropiados o denuncien abusos por temor a represalias o a perder oportunidades deportivas.
- Evitación de escándalos. La tendencia a silenciar incidentes para proteger la reputación de la institución deportiva puede impedir que se aborden adecuadamente las denuncias de abuso, perpetuando un ciclo de impunidad.
- Dominio masculino en el sector. La prevalencia de hombres en posiciones de poder dentro del deporte puede contribuir a dinámicas de género que faciliten comportamientos abusivos, especialmente hacia mujeres y niñas.
- Contacto físico frecuente. Muchas disciplinas deportivas requieren contacto físico cercano, lo que puede ser explotado por abusadores para justificar tocamientos inapropiados bajo la apariencia de instrucción o asistencia técnica.
- Estructuras de recompensa. La presión por alcanzar el éxito y las recompensas asociadas pueden llevar a los atletas a tolerar comportamientos abusivos, ya que temen que denunciar pueda afectar sus carreras deportivas.
- Tolerancia de conductas sexuales inapropiadas, discriminación y desigualdad de género. Un entorno que minimiza o normaliza comportamientos sexuales inapropiados y que acepta la discriminación de género crea un caldo de cultivo para el abuso.
- Situaciones de riesgo potencial. Áreas como vestuarios, duchas, viajes y estancias nocturnas fuera de casa pueden ofrecer oportunidades para que ocurran abusos si no se implementan medidas de supervisión y protección adecuadas.
Estos incidentes subrayan la necesidad de implementar medidas de prevención y protección en el ámbito deportivo para garantizar entornos seguros para niños, niñas y adolescente